Como parte del ciclo “Guaymallén, cuna del arte”, se descubrirá una placa conmemorativa en la que fue su casa taller, ubicada en El Bermejo.
Continuando con los reconocimientos a los grandes referentes culturales de Mendoza, la Municipalidad junto a la Subsecretaría de Cultura de la Provincia invitan a participar de un nuevo homenaje del ciclo “Guaymallén, cuna del arte”, al cumplirse 86 años del natalicio del maestro Roberto Rosas.
Este viernes 28 de junio, a partir de las 15h, se realizará el descubrimiento de una placa recordatoria en La Casa del Escultor Roberto Rosas (Mathus Hoyos 4447, El Bermejo). Quienes participen tendrán la oportunidad de recorrer la casa taller del destacado artista, donde lucen sus imponentes obras.
El herrero mágico
Roberto Rosas nació en Guaymallén el 28 de junio de 1938 y, aunque trabajó desde los 15 años, logró estudiar como alumno libre en la Escuela Superior de Artes Plásticas de la Universidad Nacional de Cuyo.
Su fama llegó al mundo gracias a sus esculturas gigantes pero su trabajo artístico comenzó a desarrollarse a través de la pintura, realizando su primera muestra en el año 1961. Nueve años más tarde, se animó a mostrar sus obras escultóricas al público.
Creativo hacedor, obtuvo en 1970 el Premio Adquisición en el Salón de Escultura de Godoy Cruz; en 1971 el Tercer Premio en el Salón de Primavera de San Rafael; en 1972 Mención para Artistas del Interior, y en 1973 Premio Adquisición en el Salón Nacional de Santa Fe, entre otros tantos reconocimientos y premios.
Más de 1000 obras suyas se encuentran en colecciones públicas y privadas de Argentina, Brasil, Estados Unidos, Italia, Alemania, Israel, Sudáfrica, Suiza y China.
Participó en alrededor de 130 exposiciones individuales en Mendoza, Buenos Aires, Rosario, Santa Fe, Mar del Plata, Ecuador, Brasil, España y Chile. Invitado por el gobierno de Italia, visitó Florencia en 1985, y gracias al centro Wilfredo Lam fue a la Segunda Bienal de la Habana en 1986. En 1994 fue convocado para exponer sus obras de la Fundación Guayasamín de Quito, Ecuador.
En 1999, con el propósito de promover la escultura y abrir espacio a generaciones futuras, creó la Fundación Rosas para la Escultura, con sede en su casa taller ubicada en el distrito El Bermejo, de Guaymallén. Allí vivió y desarrolló toda su obra escultórica.
Sus trabajos abrazan el surrealismo y se adivina en ellos un distintivo sello: los rasgos de aborígenes, envueltos en misticismo. Figuras severas y optimistas se mezclan entre ángeles laicos, niños barrigones y gigantes.
En febrero de 2011 se inauguró en su honor la escuela Nº 1745 Escultor Roberto Rosas, también en El Bermejo. Desde el momento en que comenzó la construcción del edificio, los vecinos propusieron el nombre del escultor para la institución.
El gran maestro falleció el 30 de julio de 2015, a los 77 años, quedando la Fundación Rosas para la Escultura funcionando en el mismo lugar donde residió.