El Municipio de Rivadavia dio a conocer el afiche oficial de la Vendimia Departamental 2026, una pieza gráfica que sintetiza identidad, territorio y emoción, y que invita a vivir la fiesta desde una mirada profundamente simbólica y colectiva.

La imagen central está protagonizada por dos copas de vino en pleno brindis, suspendidas en un instante que parece detener el tiempo. El vino tinto, en movimiento orgánico y expresivo, se eleva y se funde entre ambas copas, representando el encuentro, la celebración compartida y la comunión entre la historia vitivinícola y el presente del departamento. Lejos de ser un mero elemento decorativo, el vino se presenta como símbolo de trabajo, herencia y pertenencia: la sangre de la tierra y el resultado del esfuerzo colectivo.
El tratamiento visual se aleja del realismo fotográfico y adopta una estética pictórica e ilustrada, aportando textura, calidez y una fuerte carga emocional. El fondo se despliega en un paisaje de viñedos que se pierde en la profundidad, iluminado por una luz dorada que evoca el amanecer o el atardecer. Esta luminosidad, que nace desde el centro del brindis, refuerza la idea de origen, renacer y orgullo territorial.
La paleta cromática se compone de tonos cálidos, ocres, amarillos suaves y verdes desaturados, que dialogan armónicamente con el rojo profundo del vino, logrando equilibrio visual y jerarquía en la composición.
En el plano tipográfico, la frase “Mi Rivadavia… es así” se presenta en una tipografía serif de carácter clásico, dispuesta en arco como una declaración identitaria y afectiva. Los ornamentos vegetales que acompañan el texto refuerzan el vínculo con la vid, la naturaleza y lo artesanal, combinando tradición, solemnidad y cercanía.
En la parte inferior del afiche, la información institucional de la Fiesta Departamental de la Vendimia 2026 se resuelve con claridad y sobriedad, junto al logotipo del Municipio de Rivadavia, que ancla la pieza en lo público y comunitario.
En su conjunto, el afiche propone una Vendimia que no sólo se observa, sino que se siente: una celebración del vino, del trabajo y de la identidad local, que invita a reconocerse en un gesto simple y profundo, como lo es brindar juntos por lo que somos.








