Con las destacadas esculturas de Roberto Rosas como telón de fondo, se llevó a cabo la segunda degustación del ciclo “Artes y espumantes”, organizado por la Municipalidad de Guaymallén como parte de las actividades por el 166º aniversario departamental.
La Casa del Escultor, ubicada en la calle Mathus Hoyos, se llenó de convivados que quisieron degustar el producto emblema de Guaymallén, mientras admiraban las obras de arte y disfrutaban de buena literatura.
El evento contó con la intervención del escritor Sergio Martínez, que relató extractos de su libro “Color Alma”. Además, a los participantes se los desafió a escribir sus propios textos, que compartieron al finalizar la degustación.
Los espumantes, pertenecientes a bodegas del departamento, fueron maridados con productos combinados con miel y conservas antipasto, también de emprendedores locales.
Experiencia artística única
Desde que uno llega a la Casa del Escultor Roberto Rosas, la fachada del lugar promete adentrarse en una experiencia artística sin igual.
Caminar por su jardín de entrada llena de admiración la vista. Allí se pueden apreciar criaturas gigantes y sorprendentes, talladas en metal. Recorrer la casa puede tomar un par de horas, no por el tamaño de las instalaciones, sino porque en cada metro hay un detalle que considerar, un tallado, una escultura, un mensaje para reflexionar.
Los trabajos de Rosas abrazan el surrealismo y se adivina en ellos un distintivo sello: rasgos de aborígenes, envueltos en misticismo. Figuras severas y optimistas se mezclan entre ángeles laicos y niños barrigones. También se destacan sus obras en madera.
El espacio completo es una escultura, ya que fue carpintero durante 15 años y todo, desde los sillones hasta la cama en la que él dormía, pueden apreciarse como obras de este artista maestro de El Bermejo.
De hecho, en la obra más grande del lugar: “Gran hombre en construcción”, se encuentra la morada de Rosas. La figura de 5 metros de alto tiene tallada una serie de consignas fundamentales que Roberto se repetía a él mismo para desafiarse cada día a ser una mejor persona.
El gran maestro falleció el 30 de julio de 2015, a los 77 años, quedando la Fundación Rosas para la Escultura funcionando en el mismo lugar donde residió, junto al museo que lleva su nombre.
Quienes deseen conocer este sitio único de la cultura provincial, perteneciente a la Fundación Rosas para la Escultura, deben reservar su lugar con anticipación al número 2612656193 (WhatsApp).