El sunset organizado por la Municipalidad de Guaymallén, no solo fue un éxito por presencia de público, la destacada performance de los artistas y el servicio de los emprendedores. La presencia institucional también apoyó.
El sunset organizado por la Municipalidad de Guaymallén, no solo fue un éxito por presencia de público, la destacada performance de los artistas y el servicio de los emprendedores. La presencia institucional también apoyó.
La primera jornada de Burbujas de Vendimia, el sunset organizado por Guaymallén, en su búsqueda de transformarse en Capital del Espumante de Mendoza y de la Argentina fue un éxito. No sólo por el acompañamiento de vecinos, mendocinos, turistas, artistas y emprendedores locales, tanto de la vitivinicultura como de la gastronomía, sino también por la presencia político-institucional que se dio cita en el predio de la Avenida de Acceso Este, frente al Boulevard Pérez Cuesta.
El intendente de Guaymallén Marcos Calvente se puso al frente de una idea nacida en la gestión de su antecesor, Marcelino Iglesias, retomando el concepto y dándole una nueva impronta, para seguir fortaleciendo ese camino que quiere reivindicar la historia de Guaymallén y su vínculo indisoluble con los vinos espumantes.
El apoyo del Gobierno provincial a la iniciativa es notorio: el sunset Burbujas de Vendimia fue incorporado por la Provincia al calendario de actividades culturales oficial y el Ministerio de Educación, Cultura, Infancias y DGE decidió que la actividad guaymallina se transformara en acto de apertura de la agenda de actividades culturales de verano.
A ese apoyo explícito hay que sumarle la presencia de funcionarios del Ejecutivo provincial que quisieron dar el presente en Burbujas de Vendimia.
No es menor la temprana presencia de la ministra de Energía y Ambiente Jimena Latorre y la de la nueva titular de Pro Mendoza, Patricia Giménez. Ambas llegaron al inicio de la actividad y junto a Calvente recorrieron los stands de productores de vino y espumante locales.
Se trata de dos áreas clave para el desarrollo del producto. Por un lado, el cuidado de las características del terruño y del orden territorial, por el otro, la puerta de salida al mundo. Latorre y Giménez acompañaron al intendente y charlaron con los hacedores de burbujas del departamento. En el mismo sentido, la presencia del nuevo subsecretario de Ambiente Sebastián Melchor (miembro del equipo de Latorre) también constituye un espaldarazo ambiental a la iniciativa.
Desde el Ministerio de Educación, Cultura, Infancias y DGE, llegaron la coordinadora de Delegaciones Administrativas de la Dirección General de Escuelas Tamara Salomón, y el subsecretario de Cultura Diego Gareca, quienes también se dieron cita en el verde de la Avenida de Acceso Este para brindar por la iniciativa, ratificando el apoyo de la cartera a la actividad de la Municipalidad de Guaymallén.
El jefe comunal de un municipio vecino también dio el presente. Se trata del intendente de Godoy Cruz, Diego Costarelli. Esta presencia tampoco es menor para el proyecto. Se trata de dos comunas que comparten límites, desafíos políticos y también de gestión. Godoy Cruz, con su población mayoritariamente urbana, es un fuerte proveedor de servicios.
Por último, cerca de las 22 dio el presente el ministro de Producción, Rodolfo Vargas Arizu, quien no sólo es un conocedor del mundo vitivinícola por su extensa actividad en el sector privado, sino que también es el titular de una cartera clave para el desarrollo de Guaymallén Capital del Espumante.
Más de 100 años de historia
Guaymallén está indisolublemente ligada al espumante. Es que a fines del siglo XIX se fundó la bodega que hizo el primer “champagne” de la provincia y de Argentina: se trata de bodega Santa Ana, fundada en 1890. Dos años después de la creación, su dueño, el inmigrante alemán Carlos Kalles, inició el proceso para desarrollar el producto, con la importación de las cepas, particularmente Pinot Noir
Según el historiador Pablo Lacoste, en su libro “Guaymallén y el origen del espumante argentino”, el 15 de noviembre de 1902 Kalles presentó su producto ante clientes, prensa y funcionarios nacionales en un evento realizado en Ciudad de Buenos Aires, que bajo el clima eurocéntrico de la época se conocía como “champagne”.
Hasta ese momento, el champagne que se consumía en Argentina era importado. Curiosamente, Kalles tenía un competidor quién también era inmigrante alemán, Hans Von Toll, quien tenía su bodega en San Martín.
El 21 de noviembre de 1902, diario Los Andes reseñó el hecho, que resultaba extraño para la época. “Mendoza cuenta desde hoy con una nueva industria que está llamada a ser de gran porvenir y a proporcionar en un tiempo muy lejano una fuente más de riqueza para el país. Nos referimos a la fabricación de champagne, a que se han dedicado últimamente los laboriosos y conocidos industriales Juan Von Toll y Carlos Kalles, radicados desde hace algunos años en la provincia”.
Von Toll lanzó su producto un mes después que Kalles. De esa manera, la bodega de Guaymallén fue la primera en presentar el sociedad un “champagne” producido íntegramente en Argentina.
